Después de dos decadentes ediciones del festival “Vive
Latino” parecería que la apuesta de la célula de Cerveza Indio encargada de
organizar y coordinar sus festivales por incluir a propuestas influyentes en la
escena independiente (a la que hace años les cerraban las puertas) los estaba
orillando no solo a perder a gran parte de los fieles seguidores del festival, sino
también a crear un circulo de insultos e intolerancia colectiva entre los
distintos públicos que sin desearlo así se veían obligados a cruzarse dentro
del festival.
Poco antes de terminar la primera mitad del año, la organización
de Cerveza Indio anuncio un proyecto que parecía ambicioso y poco prometedor
para algunos escépticos: Llevar a músicos independientes en un tour por los
foros más representativos para la escena a lo largo de 14
ciudades.
De esta manera, a lo largo de 4 semanas, proyectos como:
Jumbo, Termo, Kill Aniston, Canseco, Descartes a Kant, Golden Ganga, Pato
machete y Madame Recamier, por mencionar a algunos, se montaron en una van con
el fin de llevar su música a lugares en los que les seria inaccesible llegar
sin el respaldo de una marca tan grande.
Como era de esperarse, este primer ciclo estuvo repleto de
desaciertos en la organización y logística del mismo, y un par de contratiempos
que parecían evidenciar el inevitable fracaso del festival. Sin embargo, y a
diferencia de vive latino, Circuito Indio parecía estar reviviendo una esencia
que en definitiva motivo al público a continuar consumiendo dicho festival.
Dicho esto y de una manera excepcional, la organización de
Cerveza Indio tomo las riendas de lo que estaba sucediendo y anuncio el segundo
ciclo de Circuito Indio, incluso un poco más diverso que el primero, esta vez combinado
bandas como: Joliette, Valla Futuro, Nunca Jamás, Carla Morrison y La sucursal
de la cumbia.
Para este segundo ciclo fue imprescindible la confianza del público
en que los desaciertos e inconvenientes anteriormente ocurridos serian
corregidos, lo cual en efecto sucedió.
Vimos a una organización que algunos consideraban en
decadencia escuchar a sus seguidores y dar continuidad a los problemas que se suscitaban,
logrando hacer de Circuito Indio un proyecto que a pesar de ser ambicioso y
complejo logro hacer lo que nadie creía: Unir a distintos nichos/escenas que parecerían
repelerse de manera natural, y lograr una comunión entre músicos, espacios y públicos
independientes.
Después de un éxito sorpresivo, no tardo en anunciarse el tercer
ciclo de Circuito indio: La gota que derramo el vaso.
Con uno de los carteles más acertados del año, se lograron
algunos Sold Outs y crear prácticamente un habito en el publico por acudir cada
semana al foro designado en su ciudad para escuchar a sus bandas favoritas y/o
conocer nuevas propuestas, convirtiendo a Circuito Indio no solo en un Tour o
rutina para los músicos, sino también para los seguidores que incluso en
algunos casos se organizaron de manera ajena al festival para seguir a ciertas
bandas por todas las ciudades que les fuera posible.
Ayer finalizo la tercera etapa de Circuito Indio y tras
haber estado presente en la mayoría de fechas de esta edición, puedo decir, sin
temor a equivocarme que este proyecto es un claro ejemplo de cómo se debe hacer
un festival. En especial en un año repleto de nuevas ideas, que de nuevas no
tienen nada.
Enhorabuena para Indio por el éxito en el proyecto, y una
enorme felicitación al público que se permitió conocer nuevas propuestas y que
se tomó la molestia de respetar la diversidad de cada show, fueran o no de su
agrado las bandas. No hay palabras para describir lo grato que fue ver a bandas
con más influencia incluir en sus presentaciones a propuestas poco conocidas,
que sacaron la casta y demostraron tener todo para destrozar escenarios
relativamente grandes a lo largo del país.
Sin duda, y pase lo que pase en las siguientes ediciones de
este proyecto, Circuito Indio ya dejó una huella en la música independiente.
Por ahora nos queda alistarnos para el cuarto y quinto ciclo
de este festival y estar atentos a lo que suceda con él, que Cerveza Indio ya demostró
ser una marca dispuesta a sorprender hasta al más escéptico. Pero de eso
hablaremos el siguiente mes.